EL JUICIO DE LOS JUGUETES Y LIBROS


República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Unidad Educativa Nacional José Félix Blanco
Área de formación: Lengua
Caracas-Venezuela









ENSAYO
      EL JUICIO DE LOS JUGUETES Y LIBROS














Docente:                                                                                                                                  Estudiante:
Aricelis Papaterra                                                                                                        Andreina Spear
                                                                                                                              4°




Caracas; 10 de mayo de 2018



         Había una vez un pequeño muy travieso consentido llamado Miguel. Era muy amado por sus padres, tanto que siempre complacían a su pequeño con todos los juguetes que éste deseara, pero al mismo tiempo, se preocupaban por darle una buena educación, así que le compraban también libros para que se instruyeran desde pequeños.


         Ahora bien, Miguel como cualquier niño, amaba pasar mucho tiempo jugando con sus juguetes horas y horas, si fuera por él todo el día, sin embargo, sabía que leer y estudiar era muy bueno para él. Así que siempre estaba confundido y no se decidía en que pasar el tiempo.

         Como era un niño tan agradable v y jugueton, sus libros y juguetes lo querían mucho se ponían celosos uno de los otros, los libros querían que Miguel estuvierancon ellos y los leyera todo el día, por otro lado, los juguetes también querían todo su tiempo.

         Así que un gran juicio planearon todos para llegar a un fin con esto. Cada bando eligió un abogado para que los defendiera. Los libros, escogieron a un libro de biología para niños, el favorito de Miguel creyeron que era el indicado por entender y saber de la vida. El bando de los juguetes, escogió al peluche con forma de luna, era el peluche favorito de Miguel y siempre dormía con él, pensaron que era el indicado, porque era el que quizás podría dar más claridad a este asunto.

         De un lado estaban sentados todos los juguetes con carteles en contra de los libros del otro lado, estaban los libros a su vez contra los juguetes. Había un total escándalo, el ambiente estaba muy tenso.

         Después de varios intentos de calmar al público, entra el juez a la sala, el cual el propio Miguel, el decidiría quien ganaría. Todos se quedaron en silencio, dejando así que el juicio comenzara:
         - Su señoría, mis representados y yo estamos muy nolestos con los libros, ellos sólo aburren, están celosos de que nosotros sí seamos divertidos y causemos alegría, dijo el peluche de luna.

         - Objeción su señoría, nosotros poseemos la sabiduría que los niños necesitan, eso es lo más extraordinario del mundo, ¡Cómo podríamos sentimos celosos nosotros?. Respondió indignado el libro de biología.

         - Nosotros, los juguetes exigimos asar tiempo completo con usted, somos la mejor compañía, con nosotros siempre se hace presente la imaginación, la creatividad y sobran las aventuras, contraatacó así el peluche de luna.

         - Se equivoca usted, al contrario, nosotros también le ofrecemos al niño Miguel extraordinarias aventuras, podemos estimular su imaginación y creatividad, a través de nuestros textos. Repuso el libro de manera muy firme.

         - ¿Algo más que desee agregar señorita?
         - Pregunto Miguel, metodo en su personaje de juez.
         - No, su señoría. Respondió el peluche.
         - ¿Algo más que desee compartir? Pregunta el libro.
         - No, no su señoría.

         El juez se levanta y aclara que necesita tiempo para tomar su decisión, abandonando así la sala por unos minutos.
         El público comienza a murmurar los posibles resultados.
          
         - Ya perdimos, seguro ganarán los libros, murmuraban algunas juguetes.
         - ¿Creen que ganemos? ellos se argumentaron muy bien. Decían netamente preocupados los libros.

         Después de unos minutos, entra a la sala el juez, todos se levantan para recibirlo, todos emocionados y nerviosos.

         - Después de meditar y analizar los argumentos de ambos lados, por fin he llegado a una conclusión. Dijo el juez, causando con este comentario aún más nervios en el público.

         - Aquí nadie ha ganado, pero tampoco nadie ha perdido.

         Todos se miraron confundidos. No entendían para nada su respuesta.

         - Los libros, ellos son realmente importantes, me ofrecen conocimiento y me ayudan en mi aprendizaje, sin embargo, necesito recrearme mediante mis juguetes, hay momentos en lo que sólo quiero jugar con ellos, me hacen sentir realmente muy feliz, con ellos puedo imaginar y crear lo que sea. Imaginé un mundo sin libros y realmente me puse muy triste, no sabría el porqué de muchas cosas, ni tuviera el conocimiento de las cosas que se hace ahora, luego, imaginé un mundo sin juguetes y de igual manera me hallé muy triste, necesitaría mis peluches para dormir en las noches y mis muñecas para recrear mis aventuras.
         Definitivamente los necesito a las dos en mi vida. Es muy importante instruirse pero también lo es recrearse.

         Todos se miraron y se dieron cuenta de la importancia que tenía cada uno, vieron lo tanto que fue discutir por eso y reconocieron la importancia que cada quien tenía, se sintieron conformes y felices con la decisión.

         El peluche de luna y el libro de biología para niños estrecharon sus manos y cada unlo reconoció del otro sus virtudes.

         Desde entonces, Miguel siempre dedica equitativamente su tiempo a sus grandes amigos, los juguetes y los libros

Comentarios

Entradas populares de este blog